Los híbridos de humanos y animales (llamados ‘quimeras’) se crean mediante la inyección de células madre humanas en embriones de animales de días de vida, que luego se gestan en el ganado.
Modificando los genes, los científicos pueden cambiar el ADN en embriones de cerdos u ovejas de modo que sean genéticamente incapaces de formar un tejido específico, después de lo cual se añaden las células madre de una persona. La idea es que las células humanas se hagan cargo de la formación del órgano que falte, que podría ser luego utilizado en una operación de trasplante humano.
Según los datos de la revista ‘MIT Technology Review’ basados en las entrevistas con tres equipos de investigadores (dos en California y uno en Minnesota), alrededor de 20 embarazos de quimeras cerdo-humano u oveja-humano han sido desarrollados en los últimos 12 meses en EE.
UU., aunque hasta el momento no ha sido publicado ningún artículo científico que describa el trabajo.
Dilema ético
Se trata de un enfoque revolucionario sobre la generación de órganos humanos, pero también un proyecto complicado desde el punto de vista ético, ya que implica la adición de células humanas en embriones de animales de una forma que podría borrar la línea entre las especies, explica ‘MIT Technology Review’.
Por esa razón el pasado mes de septiembre el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) anunció que no apoyaría estudios con participación de quimeras hasta que haya revisado sus aspectos científicos y sociales más detenidamente.
Sin embargo, dado que las quimeras podrían ser una nueva fuente de órganos para pacientes necesitados y también dar lugar a nuevos descubrimientos fundamentales, investigadores como Daniel Garry, cardiólogo que dirige un proyecto de quimeras en la Universidad de Minnesota, aseguran que van a seguir adelante a pesar de la posición del NIH.
“Podemos crear un animal sin corazón. Hemos diseñado cerdos que carecen de los músculos esqueléticos y vasos sanguíneos”, relata Garry, que explica que, aunque tales cerdos no son viables, pueden desarrollarse correctamente si se añaden unas cuantas células de un embrión de cerdo normal.
La probabilidad de que un animal obtenga conciencia humana es baja, ya que los cerebros son demasiado diferentes, pero, como medida de precaución, los investigadores aún no han permitido nacer a ninguna de sus quimeras. En vez de ello, están reuniendo fetos con el fin de recabar información acerca de la contribución de las células humanas a los órganos de los animales.
Obviamente, la publicación del estudio renueva las discusiones éticas y preocupaciones acerca de los animales híbridos conocidos. En particular, mediante el uso de las células humanas.
Este no es el único tipo de experimento en el mundo para generar una quimera. Un artículo de la revista Nature de este mes muestra que los científicos han tenido éxito en la generación de órganos de un ratón en un ratón. Luego hicieron un trasplante a un ratón, lo que demuestra que las especies de inter trasplante es una realidad, según publica The Washington Post.
Dilema ético
Se trata de un enfoque revolucionario sobre la generación de órganos humanos, pero también un proyecto complicado desde el punto de vista ético, ya que implica la adición de células humanas en embriones de animales de una forma que podría borrar la línea entre las especies, explica ‘MIT Technology Review’.
Por esa razón el pasado mes de septiembre el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) anunció que no apoyaría estudios con participación de quimeras hasta que haya revisado sus aspectos científicos y sociales más detenidamente.
Sin embargo, dado que las quimeras podrían ser una nueva fuente de órganos para pacientes necesitados y también dar lugar a nuevos descubrimientos fundamentales, investigadores como Daniel Garry, cardiólogo que dirige un proyecto de quimeras en la Universidad de Minnesota, aseguran que van a seguir adelante a pesar de la posición del NIH.
“Podemos crear un animal sin corazón. Hemos diseñado cerdos que carecen de los músculos esqueléticos y vasos sanguíneos”, relata Garry, que explica que, aunque tales cerdos no son viables, pueden desarrollarse correctamente si se añaden unas cuantas células de un embrión de cerdo normal.
La probabilidad de que un animal obtenga conciencia humana es baja, ya que los cerebros son demasiado diferentes, pero, como medida de precaución, los investigadores aún no han permitido nacer a ninguna de sus quimeras. En vez de ello, están reuniendo fetos con el fin de recabar información acerca de la contribución de las células humanas a los órganos de los animales.
Obviamente, la publicación del estudio renueva las discusiones éticas y preocupaciones acerca de los animales híbridos conocidos. En particular, mediante el uso de las células humanas.
Este no es el único tipo de experimento en el mundo para generar una quimera. Un artículo de la revista Nature de este mes muestra que los científicos han tenido éxito en la generación de órganos de un ratón en un ratón. Luego hicieron un trasplante a un ratón, lo que demuestra que las especies de inter trasplante es una realidad, según publica The Washington Post.