La fabricante sueca Ikea se ha marcado el objetivo de vender placas solares en todos los mercados en los que opera a partir de 2025 con el objetivo de fomentar el autoconsumo entre sus clientes, según ha indicado a Efe la directora mundial de Sostenibilidad y Vida Sana del Grupo, Joanna Yarrow.
Actualmente, las placas solares ya están en venta en seis países, entre los que se encuentran Reino Unido, Países Bajos y Suiza.
En el caso de España, el grupo no tenía hasta ahora una fecha marcada para la venta de placas solares debido a la situación regulatoria respecto al autoconsumo en los hogares, que fija un impuesto que hasta ahora gravaba a estos consumidores.
Sin embargo, Ikea espera poder también vender estos productos en España en 2025, después de que el Gobierno anunciara recientemente la eliminación "del gran absurdo del impuesto al sol", según indicó la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Bosques sostenibles
Por otro lado, la marca sueca, dedicada a la fabricación y venta minorista de muebles, objetos para el hogar y otros objetos de decoración de diseño contemporáneo, tiene como objetivo que el 100% de la madera que utiliza en la fabricación de sus productos proceda de bosques sostenibles para el año 2020.
En la actualidad, el 55% de la madera que emplea Ikea es sostenible y el 88% tiene certificado FSC, el cual garantiza que su origen está en bosques gestionados responsablemente y que generan un impacto positivo.
La empresa, que consume el 0,3% de la producción mundial de madera, trabaja junto al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para alcanzar los 35 millones de hectáreas de bosques sostenibles, lo que equivale a la superficie total de Alemania.
Consumidor de algodón
Además, según ha señalado Yarrow, Ikea consume el 1% de la producción mundial de algodón, del cual el 100% ya dispone de certificado sostenible.
La responsable de sostenibilidad de la multinacional ha asegurado que "sólo se puede ser" rentable si se es sostenible.
En este sentido, ha apuntado que es "un pecado mortal desperdiciar los recursos" y que, como empresa, entienden que es "absolutamente imperativo" ser cuidadosos con la gestión eficiente de los mismos porque, de lo contrario, no podrán prosperar en el tiempo.
Otra de las preocupaciones del grupo es el consumo energético, por eso Ikea espera también que, para 2020, el 100% de su consumo energético provenga de fuentes renovables.
"Nosotros queremos generar nuestra energía de forma renovable no sólo porque somos hippies, sino porque esa inversión nos permite reducir nuestros costes y aislarnos de las fluctuaciones" y de la "volatilidad" de los precios de la energía.
Unas oscilaciones que se producen no sólo en el precio de la energía sino de las materias primas y que se debe, según ha subrayado Yarrow, al cambio climático, que ha multiplicado la frecuencia de los desastres naturales, como huracanes o sequías.
Además, la empresa espera reducir "el impacto climático en toda la cadena de valor" un 15% para 2030 respecto a 2016, "lo que significa que, en la práctica, en ese horizonte cada producto de Ikea tendrá una huella de carbono un 70% más baja".
Por último, Yarrow ha recalcado el compromiso de Ikea con las mujeres para que sean "personas autónomas" e independientes a través del empleo, porque si ellas se empoderan, "también lo harán sus hijos".
En este sentido, ha destacado que el 49,2% de los cargos de dirección de la empresa son mujeres y ha opinado que Ikea es una de las compañías "que más apoya a la mujer".
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