¿Qué es la psicología ambiental?
El espacio físico
que nos rodea puede provocar diversas reacciones. La psicología
ambiental se encarga de analizar cómo influye este entorno en nuestro
comportamiento.
Nadie duda de que el
entorno que nos rodea influye en nuestro comportamiento. El ambiente,
entendido este como el espacio en el que nos movemos y que es resultado
de la actuación antrópica, es determinante en las conductas que
desarrollamos.
La psicología ambiental es una disciplina que, como la psicología social (en la que se inspira), estudia por qué nos comportamos de un determinado modo en función del entorno en el que nos encontremos. Es decir, cómo influye el espacio que nos rodea en nosotros y en las relaciones que establezcamos con ese entorno y con los demás. Por tanto, la psicología ambiental no estudia solo nuestra conducta individual, sino también nuestra interacción con el mundo que nos rodea y nos condiciona.
A tenor de ello, los especialistas que se encargan de analizar estas interacciones ambientales estudian espacios tan habituales como los ascensores, el metro, los edificios, las calles… Es decir, todos los ambientes con los que el ser humano se relaciona y que influirán en su conducta.
¿Cómo nos afecta en entorno que nos rodea?
El entorno que nos rodea y los espacios por los que nos movemos son percibidos por nuestros sentidos de muchas maneras, provocándonos diversas reacciones. Por ejemplo, caminar por una calle repleta de gente puede provocar en nosotros una reacción determinada que influirá en nuestro comportamiento. En ello, en el estudio de cómo captamos lo que percibimos, lo transformamos y reaccionamos, tiene mucho que ver la Gestalt y la psicología cognitiva.
A la hora de estudiar cómo percibimos en entorno debemos mencionar a Berlyne, y sus propiedades colativas, y a Brunswik y su modelo de lente para percibir estímulos. Las propiedades de Berlyne no son más que aquellas características o singularidades del espacio que generan en nosotros estímulos ambientales que nos incitan a averiguar más sobre ellas. Son la complejidad de un estímulo determinado, la novedad que supone su percepción, la sorpresa que nos provoca o la incongruencia del mismo, por cuanto dicho estímulo no se ajusta a ese espacio.
Por lo que se refiere al modelo de lente de Brunswik, este investigador defendía que los estímulos que recibimos los combinamos y mezclamos para poder obtener una visión completa del entorno que nos rodea. Para Brunswik, estos estímulos pueden ser distales (como el sonido del tráfico en la oficina o de un río en el campo) o proximales (una bocina que se oye cuando cruzamos la calzada, el sonido del teléfono de nuestra mesa…).
Todo ello, como es lógico, provoca reacciones en nuestra manera de comportarnos. Y es esto lo que analiza la psicología ambiental.
Aspectos que tienen en cuenta los psicólogos ambientales
Para conocer por qué reaccionamos de un modo u otro ante determinados estímulos y percepciones, los psicólogos ambientales centran su estudio en la relación que establecemos con el espacio físico y ambiental desde el punto de vista de la privacidad, la territorialidad y la invasión de nuestro espacio. Asimismo, analizan cómo nos adaptamos al entorno cuando este está sometido a distintas variables ambientales, como ruido, iluminación, temperatura… Es decir, observan cuál es nuestra reacción ante esos estímulos que percibimos y si estos generan estrés ambiental, sobrecarga, problemas emocionales (ansiedad, nerviosismo, etc.), bajo rendimiento profesional o intelectual, etc.
Pero no solo se centran en el ámbito particular e individual. La psicología ambiental permite además estudiar todas estas variables a nivel poblacional, examinando cómo el espacio físico, natural, económico y también social influye en la conducta de la gente que allí vive.
Porque el entorno que nos rodea es el que determina que seamos lo que somos y que nos comportemos como lo hacemos.
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